Recreando armaduras fantásticas

Y para las manos (2ª parte)

Fui terminando todos los dedos del guante izquierdo, que ya habéis visto cual es el procedimiento. Le tocaba el turno del protector de la mano.

Corté la pieza, marqué las líneas, y sobre la madera acanalada y con el cincel curvo, fui golpeando sobre la línea dibujada haciendo coincidir la hendidura que hacía, con la de la madera, de manera que quedase bien marcada.

Para hacer dibujos hacia direcciones opuestas es más fácil siempre empezar de dentro hacia fuera, de modo que el triángulo se marcaba desde la cara vista hacia la que no se ve, y la línea exterior al contrario. Así se consigue que la primera franja exterior al triángulo se eleve, y la segunda al hacerla al revés hace que el exterior se cierre.

Luego el lado exterior se conforma sobre la T del yunque, golpeando en el canto.

El triángulo como queda abultado de hacer las líneas, se aplana sobre la punta cuadrada del yunque. Dar color. hacer los taladros, cortar el pelo para remacharlo, hacer la correa y ya estaba el guante terminado.

Bueno, se le parece bastante, ¿No?

Ahora le toca el turno al antebrazo, vamos a ver como soy yo capaz de hacer todas esas formas tan difíciles de hacer, por que ¡Madre mía!

Lo primero de to, el dichoso patroncito... y que se parezca lo máximo posible,

Pos básicamente, viendo el dibujo y mi patrón, es lo que tenía que hacer. Corté la pieza, la conformé mas o menos para que estuviese curvadita, marqué las líneas, y del mismo modo que hice con el protector de la mano, empezando con las líneas interiores y yendo hacia el exterior, fui marcando con el cincel curvo todas las líneas.

La interior, de cara vista a cara no vista y la otra al contrario, de modo que quedó así.

En esta última foto podéis apreciar como la línea interior va de fuera a dentro, y en la de arriba de dentro a fuera. Pues hecho el lado que veis ahora, y conformando las esquinas contra la punta cuadrada del yunque, calentando, por supuesto, sino no hay manera.

Así quedó la parte superior del brazalete.

Si os fijáis hay una elevación en la parte en la que va la muñeca, que servirá después para hacer los rombos.

Ahora había que probarla en el guante.

Que bien me ha quedado, cuando dibujaba el patrón no me imaginaba que quedaría así. calqué y recorte en cartulina una preforma de como sería la parte de abajo.

Ese iba a ser el siguiente paso, pero antes había que hacerle los rombos a la parte superior. lo mismo, cincel curvo y a marcar los rombos, previamente dibujadas las líneas en la chapa.

Después de marcarlos con el cincel, sobre la sufridera de plomo, calenté al máximo los rombos pequeños y con un trozo de hierro cuadrado golpeé hasta rebajarlo, quedando así.