jueves, 6 de diciembre de 2012

Relax y disfrute

 
    Llegado a este punto , solo me quedaba ya desmontarlo todo, exponerlo en la mesa y sacarle unas fotos para la posteridad, para poder contar a mis nietos algún día que fui capaz de hacer una armadura de metal al estilo tradicional sin morir en el intento.
 


 
 
    Dar el color volver a montar, remachándolo todo, con sus correas, sus adornos, y todas las milquinietas que eso me llevó, he usado remaches macizos con cabeza redonda que encontré en una fábrica de un pueblo de Alicante, concretamente en Ibi, tornillería Reche se llama, me regalaron un resto que tenían por ahí, un par de kilos de remaches pequeños para mi gusto, pero a caballo regalado..., el problema por que no les compré, me vendían mínimo 25 kilos de remaches, una barbaridad y menos de eso na.

    Bueno, probé a dar color a una hombrera y se quedó bastante, bastante bien, usando un soplete dando calor proporcionalmente a toda la superficie de cada chapa sin llegar al rojo vivo claro está, sino salta la escoria del hierro y ya hemos hecho una pena el pulido. Poco a poco la chapa va pasando por varias tonalidades y varios colores.
 
 
 

 
 
 
    Salió un tono de azul verdoso muy bonito que no se aprecia bien en las fotos por que parece mas verde que azul,  lo dejé así y ese día mas contento que el copón me fui a casa a enseñárselo a mi mujer y me sacó esta foto.
 
 
 
 
    Vaya careto tengo intentando contener la risa. Me tuve que poner en esa pose por que se me escurrían las hombreras jaja.
 


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